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Estas se encuentran disponibles en versión de tapa blanda y digital (ebook)
Puedes adquirir un ejemplar en las tiendas de Amazon o escríbenos a: info@elescritoriodeale.com
Bajo el pseudónimo de "Arianna Alcázar ", Alejandra Villalobos ha producido varias publicaciones y audiocuentos
FUGA
Richy, un niño de 12 años, quería aprender a leer el futuro a través de las cartas del Tarot. Ahorró dinero, compró un mazo de cartas y se dirigió a la casa de la Pitonisa, una señora misteriosa que rondaba los sesenta años y que vivía únicamente con un caniche blanco llamado Max, con la intención de que ella le enseñara a descifrar los secretos que esconden las cartas. Durante los 21 días siguientes, tiempo que duró el curso de Tarot, Richy logró descubrir la forma en que las cartas hablan cuando aprendemos a escuchar con el corazón, confirmando así que las estrellas siempre brillan en nuestro cielo, aunque nosotros no siempre las podamos ver.
Finalmente ha llegado el momento con el cual David había soñado desde hace muchos años: el día de su jubilación. Tenía la completa certeza de que ahora empezaría la mejor parte de su vida. Sin embargo, al llegar a su casa, se da cuenta de que, aunque todo se encuentra completamente intacto, su esposa ha desaparecido. En un intento por dar con su paradero y en medio de una angustia que se acrecienta con el pasar de las horas, David descubre una serie de hechos desconcertantes que, aunque siempre estuvieron frente a sus ojos, habían pasado completamente desapercibidos para él; hechos que se convierten en las únicas pistas que podrían permitirle encontrar a Mónica, su esposa, aunque para esto requiera adentrarse en el laberinto misterioso del corazón de ella.
A través de las cartas
Todos conocemos las moralejas que los héroes de los cuentos infantiles nos han transmitido a partir de sus historias. Sabemos que Caperucita Roja aprendió la importancia de no hablar con extraños así como el Patito Feo logró preservar su autoestima a pesar de que al inicio, no era tan agraciado ni habilidoso. También sabemos que los hermanos Hansel y Grettel aprendieron a trabajar en equipo, así como también lo hicieron los Músicos de Bremen. Pero, alguna vez se han preguntado, ¿cuál habrá sido la moraleja que aprendieron el Lobo Feroz, los hermanos del Patito Feo, la Bruja de la Casa de los Dulces, los Gigantes del Sastrecillo Valiente, el Rey del Gato con Botas y los Ladrones de los Músicos de Bremen? Ela, la tortuga que alguna vez le ganó a la Liebre en una competencia, se hizo esta pregunta y, por eso, decidió ir a buscar a los personajes desprestigiados de los cuentos infantiles para entrevistarlos y conocer la otra versión de esas historias, y escuchar, de boca de los perdedores, una moraleja diferente.
Había otra vez
Loretta era feliz. Tenía todo lo que cualquier persona podría soñar. Hasta que una tarde de mayo, mientras arreglaba su cabello donde su estilista de toda la vida, encontró una foto antigua publicada en una revista de farándula. La foto correspondía a una calle en ruinas de una ciudad europea de inicios del siglo pasado. Desde ese momento, Loretta fue embargada por un profundo sentimiento de pérdida y tristeza que sin saber por qué razón, poco a poco la fue sumergiendo en un cuadro depresivo que no logró remitir con ningún tratamiento farmacológico, psicoterapéutico ni alternativo. Luego de un año de no lograr alivio alguno, como última medida, su psiquiatra el Doctor Strauss, emitió una orden de internamiento a un lugar misterioso en el centro de Paderborn (Alemania) donde Loretta tendría que pasar tan solo una noche para lograr su curación.
El templo del sueño
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Audio cuentos
Desde que vio a su hijo entrar a la madriguera al final de aquella jornada, la Mamá Zorrillo supo que, al más pequeño de su camada, no le había ido nada bien en su primer día de exploración por el bosque.…….
La madriguera de mamá Zorrillo
El día que el girasol no se pudo mover
Aquel día, como todas las otras mañanas atrás, el Girasol miraba hacia el este con la ilusión de ver despertarse al Sol. Le resultaba gracioso verlo con su pijama de nubes estirar sus rayos hasta la Tierra para desperezarse mientras le pedía a la Luna que le concediera cinco minutitos más de sueño, aunque ya sabía de antemano que ella nunca se los daría……
El Escritorio de ALE
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